Ingredientes:
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Pollo
-
Dientes
de ajo
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Champiñón
(opcional)
-
Zanahorias.
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Vino
blanco.
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Sal.
-
Pimienta
molida.
-
Avecrem
(opcional).
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Guindilla
(opcional).
-
Aceite.
Elaboración:
Lavamos, troceamos y
le quitamos el pellejo al pollo (se le puede pedir al carnicero que nos lo
haga).
Partimos los ajos en
trozos grandes, sin pelar (dejándoles el pellejo para que no se nos quemen).
Los echamos en la sartén con bastante aceite y los freímos. Antes de que se
vayan a quemar, los sacamos y los ponemos en la cazuela (si es de barro mejor).
Freímos los trozos de
pollo, salpimentados, en el mismo aceite que los ajos. Doramos los trozos y los
sacamos y juntamos con los ajos.
Si vamos a echarle
champiñones, los lavamos y los cortamos en cuatro trozos, mareándolos en la
sartén. Retiramos y lo ponemos en la cazuela.
Pelamos 2 ó 3
zanahorias, y las cortamos en trozos medianos. Y, a la cazuela.
Echamos el aceite
sobrante de la sartén en la cazuela también. Le añadimos un vaso grande de vino
blanco.
Y le incorporamos el
avecrem y la guindilla si la vamos a usar. Y a gusto, volvemos a echarle a todo
sal y pimienta.
Tapamos y lo ponemos
a lumbre muy lenta, para que se vaya cociendo todo. Hasta que el pollo y las
zanahorias estén tiernos.
Nota:
Se puede acompañar
con patatas fritas o con arroz blanco.
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