Receta sacada de la página “Anna recetas fáciles”. Aunque yo me he permitido
el lujo de añadirle unas pequeñas variantes. Espero que también os guste así.
Ingredientes:
- Filetes de ternera.
- Cebolla.
- Vino blanco o rosado.
- Setas.
- Ajos.
- Hoja de laurel.
- Sal.
- Pimienta.
- Aceite de oliva.
- Harina para rebozar.
Y, de cosecha propia, yo le añadí lo
siguiente, para darle un poco de color y más sabor:
- Zanahorias.
- Guisantes.
- Pimientos picantes.
Elaboración:
Cortar los filetes de ternera en
trozos. Deben quedar parecidos al tamaño de un filete de lomo de cerdo
aproximadamente.
En un plato con harina, cubrir
ligeramente los filetes de ternera con harina, uno a uno. No le añadas sal
porque se lo añadiremos después. Esto lo hacemos para que los filetes queden
más jugosos.
En una sartén con aceite, freir a
fuego vivo los filetes enharinados. Sólo vuelta y vuelta, dejando que la harina
se dore un poco. Cuidado que no se te quema. Reservamos en un plato.
En el mismo aceite de freir la carne,
sofríe la cebolla picada. Añade los ajos enteros, sin pelar, y la hoja de
laurel. Dejando que se dore un poco la cebolla.
Añadimos la zanahoria en daditos y los
guisantes.
Cuando veas que el aceite chispea y la
cebolla toma color, baja el fuego y coloca toda la carne en la sartén.
Añadiéndole también el jugo que haya soltado en el plato.
Incorporamos el vino, condimentamos
con la sal y pimienta al gusto (aquí, al gusto, podemos incorporar un trozo de
pimiento picante. Aunque yo prefiero reservarlos para las setas). Dejamos que
reduzca el vino a fuego medio.
Cuando se haya bebido el vino, añade
un vaso de agua (tantas veces como sea necesario), dejando que se cocine unos
30 minutos. Si pasado ese tiempo, la carne sigue estando dura, déjala cociendo
en su salsa el tiempo que sea necesario. Añadiéndole agua las veces que haga
falta, para que no se seque.
Dependiendo de la carne, necesitarás
más o menos tiempo.
En otra sartén, saltea las setas con
la sal correspondiente y los trocitos de pimiento picante (al gusto de cada
uno). Hasta que pierdan la mayor parte de su agua y empiecen a tomar un bonito
color dorado. Reservándolo para después.
Cuando la carne ya esté tierna, le
añadimos las setas y dejamos que se cocine todo junto unos cinco minutos más.
Siempre con cuidado de que no se quede seco.
Y, todo listo para comer. Buen
provecho.